PARQUE NATURAL DEL CADÌ-MOIXERÓ




El Parque Natural del Cadí-Moixeró es el espacio protegido de mayor extensión de Catalunya, con más de 41.000 hectáreas, además de ser uno de los más emblemáticos. Geológica y geográficamente hablando, se trata de un espacio enmarcado en el Prepirineo, aunque sus paisajes y sus ambientes son plenamente pirenaicos .Geográficamente comporta tres sectores bien diferenciados presididos por sus picos —el Cadí, el Moixeró y el Pedraforca— y que, en conjunto, conforman una cordillera orientada de este a oeste y separada del Pirineo axial por la Cerdanya.



Todo el parque está ubicado en las zonas altas de los valles de los ríos Llobregat y Segre, ocupando parte de las comarcas del Berguedá, al este, de la Cerdanya, al noreste, y del Alt Urgell, al oeste.



El Moixeró se alza al este del parque. Sus peñas son abruptas; donde sus pies se unen a las sierras colindantes, nace el río Llobregat. El Cadí presenta una alineación perfecta paralela al Pirineo, gracias a sus paredes verticales en la cara norte. Y la montaña del Pedraforca, aislada, pero colindante con el Cadí, conforma por sí sola una de las clásicas cumbres catalanas, al surest del parque.






Precisamente, el Pedraforca disfruta de una figura de protección singular, la de paratge natural d’interés nacional (año 1982). El Parque Natural del Cadí-Moixeró fue creado un año más tarde y, aunque el Pedraforca está dentro de los límites del parque, la singular montaña conserva su legislación específica.



Multitud de aldeas salpican las faldas de las montañas, con vistas fotográficas de perfecto equilibrio entre la magnificencia de la montaña —por ejemplo las paredes del Cadí— y sus habitantes, aunque, sin duda, especialmente la comarca de la Cerdanya, está amenazada por una irrefrenable fiebre de especulación urbanística. Algunas aldeas realmente fotogénicas son las de Josa de Cadí, Castellar de N’Hug y Ansovell (estas dos últimas en los límites exteriores del parque, pero con sus montañas como escenario.

La altitud de sus cumbres, que sobrepasa los 2.600 metros, y la variedad de sus biotopos, debido al gradiente altitudinal de los tres macizos, permiten la presencia de fauna típicamente pirenaica. Existe una pista forestal que nos lleva a 2.600 mtrs hasta la Torreta del Cadì

En las zonas más bajas, formadas por frondosos bosques de coníferas mezcladas en algunas zonas con manchas de caducifolios, encontramos diferentes especies de picapinos, entre los que, sin duda, destaca el pito negro, símbolo del parque.

En los cursos de agua, sólo presentes en estos sectores más bajos, encontramos el mirlo acuático, el desconocido desmán del pirineo y el tritón pirenaico. En los bosques más altos, habitan el esquivo urogallo y el rarísimo mochuelo boreal .

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